En la dinastía Ming, la leyenda dice que hay un antiguo libro de la deidad que cubre una amplia gama de problemas técnicos, incluido el método único de fabricación de las armas de la deidad, que tiene el poder de destruirlo todo. El que recibe ese libro gobierna a toda la nación. Según se informa, en la antigüedad, la deidad hizo que la familia real se quedara con el libro, como señal de reconocimiento a su gobernante.